Una de las cosas más importante, al momento de emprender, y que se suele ignorar, es la gestión de nuestro emprendimiento. 

Puede parecer aburrida, molesta o tediosa. Nunca es agradable ver cuando estamos perdiendo plata. Pero ahí es cuando tenemos que entrar de lleno con la gestión, con la misma dedicación que ponemos en producir o vender.

Tenemos que poder gestionar nuestros tiempos, saber cuánto tiempo podemos dedicar por día a la producción. Lo mejor es tener una proyección realista de los tiempos y por eso tenemos que conocer nuestros procesos. Por ejemplo, si nosotros tenemos familia y trabajamos en otro lado, no podemos pretender producir macetas cinco horas al día, acostarnos a las dos de la mañana y al otro día desmoldar a las ocho de la mañana porque es nuestro único tiempo disponible, va a ser imposible. Es en estos casos donde la gestión de tiempo se vuelve clave. Vamos a tener que estudiar en detalle cuánto tiempo nos toma fabricar las macetas (hacer la mezcla del cemento, secado, desmolde, etc) y eso acomodarlo en los tiempos que tenemos disponibles dentro nuestro día.

Con los tiempos de producción ya estudiados vamos a poder saber cuál es la capacidad diaria, semanal o mensual de producción, y a partir de esto podemos empezar a planificar que cantidad de materiales tenemos que comprar para responder a esos tiempos y a calcular costos de producción y a qué precio tengo que vender mis macetas, dónde las voy a publicitar, qué vamos a hacer cuando se nos rompe una maceta, que tipo de servicio postventa vamos a ofrecer a nuestros clientes.

Otro punto de la gestión de un emprendimiento es la gestión de nuestros números, no hay peor cosa que NO saber cuánto estamos gastando ni cómo. En un micro emprendimiento esto es normal que se venda día a día y en efectivo, entonces plata que entra es plata que gastamos en el día. Y a fin de mes no sabemos si ganamos o no ganamos respecto a la inversión que ya hicimos. Entonces es fundamental que como mínimo empecemos anotando en un cuaderno o agenda toda la plata que nos entra y la que sale detallando que vendimos o en qué gastamos. Después podemos pensar en una facturación, si vendemos en locales, a empresas, etc. Pero es fundamental que empecemos anotando, solo con eso vamos a empezar a notar una diferencia enorme.

Desde Milluy los invitamos a formar parte de nuestra red de emprendedores para poder hacer todo tipo de consultas y que puedan despejar dudas sobre todos estos temas, con la ayuda nuestra o incluso de otros emprendedores que ya pasaron por estos procesos antes.

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