Una marca es más que un logo o una frase. Una marca es lo que representa un producto en el mercado, es una idea, una filosofía que buscamos transmitir a los compradores. Es lo que diferencia, por ejemplo, a Nike de Adidas. Las dos son zapatillas, las dos se usan en los pies y las dos las usan las mismas personas, lo que las diferencia, es la marca, lo que supieron construir alrededor de esa pipa o esas tres rallas.
Cuando nosotros, como micro emprendedores, queremos crear una marca, no vamos a contar con el presupuesto ni el tiempo que Nike o Adidas tienen para hacerlo y manejarla. Lo que nosotros queremos principalmente es que la gente se empiece a identificar o nos empiece a identificar a nosotros con la marca que vamos a crear. Y con esto buscamos que nuestra marca pueda vender sola para cuando no estemos disponibles como emprendedores para atenderla.
Crear una marca puede ser complejo porque requiere tiempo y plata, no es algo que se construya de un día para el otro. Tenemos que definirla, darle una voz, una identidad, para que pueda hablar por sí sola, para que pueda responder por nosotros cuando no estemos disponibles.
Como emprendedores a veces no contamos con este tiempo, y ahí es donde entra el concepto de marca personal. Lo que yo como emprendedor tengo para ofrecer, y convertirse uno mismo en el concepto o la filosofía de la marca. Entonces así, de base, nuestra marca va a tener la misma base de contactos que nosotros y va a tener una llegada a nuestras familias, nuestros amigos, nuestros conocidos o compañeros de trabajo. Después en una segunda instancia podemos empezar a plantear como expandirla, que dependiendo del rubro en el que nos desenvolvamos va a ser más fácil o más difícil crecer. Por ejemplo, si vendemos ropa, puede ser complicado desarrollar una marca de nombre propio por la competencia que ya existe, pero en otros rubros, como las macetas, va a ser un proceso mucho más rápido.